Domingo, 21 de octubre de 2007
Alertan del riesgo para la salud del Wi-Fi y el teléfono inalámbrico
El doctor Gómez-Perretta advierte de las altas frecuencias del supletorio y del radio de las antenas Wi-Fi Durante cuatro años (2000-2004) dirigió un estudio pionero internacional sobre los efectos para la salud de la exposición a microondas de estaciones base de telefonía móvil. 94 sujetos, con una edad media de 39 años, certificaron que la exposición a esta radiación incrementaba síntomas como fatiga, tendencia depresiva o desórdenes del sueño.
Pero no sólo estas antenas ponen en riesgo nuestra salud. Claudio Gómez-Perretta, médico-jefe de sección de La Fe, muestra su preocupación ante “el descontrol” de la adquisición de antenas de enlace Wi-Fi y las altas frecuencias del teléfono fijo inalámbrico.
¿Cuál fue el origen del estudio epidemiológico sobre los efectos de las antenas de telefonía móvil?
Existen antecedentes en la literatura científica sobre afectación por exposición residencial al
campo electromagnético proveniente de emisoras de radio, televisión y radar. Nuestro objetivo fue conocer si una muestra de sujetos, tomada al azar y aparentemente sana, manifestaba o no una correlación entre la reiteración de algunos síntomas que forman parte del síndrome de microondas (SMO), con la concentración de estas ondas electromagnéticas, medidas en cada dormitorio, y que proceden de dos estaciones base de telefonía móvil GSM de 900 MHz y 1800 MHz, ubicadas junto a aquella población.
La contaminación que sufrió el grupo de estudio, ¿se manifestó en efectos inmediatos o acumulativos?
La correlación con la exposición radioeléctrica ocurre muy pronto, sólo dos años después del comienzo de las emisiones, por lo que su efecto es muy precoz, aunque la pequeña muestra estudiada no permite conocer si este efecto es universal o afecta a una población determinada y si se mantiene en el tiempo o no.
¿Por qué sólo incluyó en el estudio a niños a partir de 14 años? ¿Influye la edad en la susceptibilidad a estos efectos?
Es un tema que quedó pendiente y que por falta de ayudas económicas no se ha podido acabar de investigar. Nuestros intentos de realizar un estudio a gran escala han tropezado con el aparente desinterés de las autoridades sanitarias al respecto. Dos proyectos presentados al Fondo deAyuda a la Investigación de la Seguridad Social fueron rechazados por la comisión del Ministerio de Sanidad en los años 2003 y 2005.
¿Qué diferencias hay entre la radiación de la telefonía móvil y la de las emisoras de radio y televisión?
Cambian las frecuencias de sus portadoras, pero existen muchas similitudes si tenemos en cuenta las frecuencias de modulación. Los efectos sobre la salud se centran en los mismos síntomas, principalmente sobre la alteración del sueño.
Estar rodeados de todo tipo de dispositivos electrónicos, ¿nos pasará factura a lo largo de los años?
En estos momentos nos preocupa sobremanera el sistemaWi- Fi, antenas de 100 miliwatios radiando continuamente sobre el usuario, además de las antenas de enlace que pueden llegar a varios kilómetros y que desgraciadamente se pueden adquirir fácilmente y no están reguladas en absoluto. Cualquiera puede montar un estación Wi-Fi desde su casa para conectar su señal con terceros, además de que en escuelas y universidades existen equipos funcionando a la vez, aumentando considerablemente los niveles de exposición. Las estaciones base cuentan con potencia similar a la que aumenta los niveles de urea en sangre, algo peligroso para la salud. Especialmente, debería de evitarse los sistemas DECT o teléfonos fijos inalámbricos, de los que existen estudios que evalúan su frecuencia equiparándola casi a la del rádar.
“El Wi-Fi son 100 miliwatios radiando, además de las antenas de enlace kilométricas que no están reguladas”
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